Llegamos del viaje en el barco y nos adentramos en un bosque hermoso un paraíso sin igual, simplemente una belleza indescriptible la grama hermosa, el lugar lleno de aves, mariposas y árboles hermosos con mucha sombra un río cristalino con una cascada que parecía de diamantes y yo estaba con el, solo con el en ese paraíso nos sentamos a hablar de todo, de la vida del amor de la hermosura del lugar yo lo amaba aunque la distancia que nos separaba era eterna pero el lugar nos acercaba era el lugar de el, lugar que le pertenecía a su alma y a su corazón y que compartió conmigo, algo que jamás podré olvidar estuvimos en ese lugar durante horas, horas que hoy me parecen tan pocas pero que fueron eternas y quedaran para la eternidad grabadas en mi alma. Luego vimos una casa, su casa entramos el me mostró su cuarto y era hermoso aunque oscuro, su cuarto tenia una cama en forma de trébol era verde, aunque el cuarto era negro tenia luces de los tréboles que brillaban ante la oscuridad y era de una belleza inexplicable parecían estrellas verdes aunque con formas de tréboles me quede absorta en tanta belleza aunque nada se comparaba con la belleza de mi acompañante, el chico dueño de todo, el que me trajo aquí desde lejos, el que me hizo su princesa para siempre aunque la distancia es eterna el me llevo a su mundo y no me arrepiento de haber aceptado este viaje aunque de poco tiempo quedo grabado en mi alma en marcos de oro y nunca lo olvido por que me devolvió la ilusión de la vida en mi quedan sus palabras su voz suave y profunda, no olvido nada aunque así lo crea, vuelve a mi mente solo sin buscarlo, llega y me transporta a su mundo y espero que este en su mundo, aunque espero verlo por aquí, lo busco en los ojos de todos, aunque en su sombrero pienso y creo que lo tengo cerca mas no me atrevo a preguntar si es aquel que me hizo su princesa.
